jueves, 28 de agosto de 2014

EMPEZAR A VIVIR, A SENTIR, A SOÑAR

El día 25 fue mi cumpleaños número 23. Un bonito número, ¿verdad? Pero no fue un cumpleaños cualquiera, fue un GRAN cumpleaños en el que me dí cuenta de muchas cosas y fui consciente de otras tantas.
Me percaté de que aún no he cumplido muchos de los objetivos que me había propuesto y ESO ES LO MEJOR DE TODO!! Tengo una vida por delante para hacer lo que me venga en gana.
Tengo edad de soñar despierta por el día y volver a soñar, cuando caiga la noche. Tengo edad para estudiar y así, algún día, con suerte, trabajar de lo que me gusta. Tengo edad para viajar al pueblo de al lado, o a la gran ciudad situada a miles de kilómetros, si el dinero lo permite.


Da igual la edad que se tenga, solo importa la energía que tengas para dar cada paso. Importa lo que sientes y también, lo que no quieres sentir, porque de todo se aprende y para todo hay un momento.


Puede que dentro de sesenta años, cuando tenga ochenta y tres, ya haya cumplido con todo lo que deseaba hacer y puede, y espero, que todavía entonces, me queden muchas cosas por vivir.


Desde aquí, GRACIAS, a los que me sacan una sonrisa en los momentos malos, a los que me soportan cuando estoy de mal, a los que les importo, porque sin ellos, mi vida no sería como es y estoy segura de que aún me quedarían muchas más por cumplir y hubiera metido en un cajón algunos sueños, que sin embargo, ahora están situados a simple vista para los que se detienen a mirar, a mirarme.







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